Categorias Cocina saludable, Consejo saludable, Recetas

Cantidad versus calidad

Llegas a casa con un hambre incontrolable, a penas has parado en toda la mañana para tomar algo. Y para colmo, tienes el tiempo justo para comer cualquier cosa y ponerte de nuevo en marcha. Por suerte, al abrir el frigorífico, te encuentras dos tuppers, uno a rebosar de macarrones al horno con sus hortalizas y otro la mitad de tamaño con legumbres y arroz del que ya comiste hace dos dias. Te decantas por la pasta, porque te gusta más y porque piensas que al ser más cantidad te saciará más. Pero a las dos horas, en mitad de la faena de la tarde, te arrepientes de tu decisión. Sientes hambre de nuevo, y ,por si fuera poco, parece que la energía necesaria para terminar el día no lo has recuperado. ¡Y menudo plato te has zampado! Entonces recuerdas hace dos días, aquel platito de lentejas con judías y arroz, y verduras de todo tipo. ¡Que bien te encontrabas aquella tarde! Te das cuenta de que poquito pero más completo es mejor que mucho y sencillo. Y lo ves todo con más claridad.

Hola, ¿en que puedo ayudarte?