El gigante de la industria alimentaria busca la forma de que el consumidor satisfaga la necesidad de comer mediante productos de fácil consumo, atractivos para la vista y apetecibles al paladar, pero que distan mucho de ser un alimento real que proporcione beneficio alguno y cumpla su función nutricional. La mayoría de esos productos son bombas tóxicas, falsos alimentos sometidos a manipulación y a los que se les ha añadido cantidades ingentes de tres componentes que lejos de ser saludables merman nuestra salud y acaban matándonos.

El sodio
Este mineral presente en la sal común como cloruro de sodio es ingrediente esencial en en nuestra cultura culinaria, pero también uno de los mayores enemigos de nuestra salud. Parece sencillo restringir su consumo si nos limitamos a controlar la sal que añadimos a la comida, pero la cosa se complica cuando se presenta en otras formas como sorbato sódico, sulfato sódico, lactato sódico, entre muchas otras, y no somos capaces dedetectarlos en el etiquetado nutricional.

El azúcar
En la industria alimentaria es muy común utilizar azúcares añadidos para potenciar el dulzor o alargar la vida de un producto. Es importante diferenciar entre el azúcar o hidrato de carbono sencillo propio del alimento y el azúcar añadido de forma industrial que nada aporta a nuestra nutrición. En el etiquetado un azúcar propio del alimento aparecerá en la valoración nutricional pero nunca en las lista de ingredientes. Si aparece en listado de ingredientes como tal o sus formas diversas (sirope, melaza, frustosa, sacarosa, jugo de caña…), ojo, estás ante un produto potencialmente dañino para tu organismo.

Los aditivos
Un alimento agrada más por su textura, sabor o color y aqui entran en juego compuestos utilizados en la industria alimentaria que modifican las propiedades organolépticas de los alimentos como saborizantes, espesantes o colorantes y alargan la vida como los estabilizantes o conservantes. La mayoría de estos compuestos suponen un riesgo para tu salud, algunos incluso la muerte. Los aditivos se marcan con una E seguida de un guión y tres digitos. La lista es muy larga y es de vital importancia tener conocimiento de ellos para poder evitarlos en la medida de lo posible.